"Los recibo con todo el orgullo que nos hicieron sentir"
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Mundial Brasil 2014: en el pago de Demichelis
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Mascherano no culpa a Rizzoli por la victoria de Alemania
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Messi: “Estamos tristes pero orgullosos”
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UN MES DE SUEÑOS COMPARTIDOS, DE GLORIAS ALCANZADAS, DE TRIUNFOS
COLECTIVOS…
Algunos de nosotros, tuvimos la suerte de vivir otros mundiales de
fútbol y de disfrutar junto a los jugadores el ser CAMPEONES…
Sin embargo, en la historia del
fútbol argentino se escribió un capítulo distinto durante estas últimas
semanas…
Comenzamos palpitando los primeros partidos llenos de dudas y
temerosos de los resultados y poco a poco fuimos cambiando de opinión. Pudimos
festejar victorias en la escuela, junto a compañeros, amigos y maestras.
¡Inolvidables momentos en los que todos cantamos a una voz: ¡ARGENTINA,
ARGENTINA!!
Y también tuvimos la oportunidad de hacerlo en casa, junto a nuestras
familias y seres queridos… Pensar con quién veríamos el partido, qué
prepararíamos para comer, arreglar el lugar con banderas y vestirnos con
bufandas, gorras y caras pintadas fue parte del ritual… y ahí se gestó la magia.
Porque cuando más de dos personas se encuentran para cumplir con un
propósito – en este caso alentar a la selección- la energía circula, hay buena
onda.
Y así fue que, todo un país a una misma hora en distintos lugares se
encontró “haciendo fuerza”, “pensando en positivo” alentando a nuestros
queridos jugadores que supieron responder…
ORGULLOSOS DE SER ARGENTINOS,
así estuvimos, estamos y necesitamos estar en el futuro… Nuestro sincero
agradecimiento a los “leones”, “gladiadores”, “grandes”, “monstruos” y tantos
apelativos más que podríamos usar para nombrar a aquellos que supieron colocar
a la Argentina en el Segundo lugar del podio…
ORGULLOSOS DE SER SUBCAMPEONES… porque más allá de las lágrimas y de
la impotencia vivida el domingo, reconocemos que los logros fueron muchos: aquí
hubo equipo… un grupo humano que nos transmitió un mensaje de humildad y
sacrificio… No hubo estrellas que brillaron, sí un firmamento iluminado de
talentos que supieron sumar aunando esfuerzos, para escalar la cima de la
gloria, ésa que alcanzamos por el sólo hecho de intentarlo pensando en los
otros…
Cuarenta millones de argentinos y particularmente nosotros, quienes
integramos la comunidad educativa del Fray Mamerto Esquiú, intentaremos aprender
de sus vivencias como grupo y de sus cualidades personales… Porque no sólo hubo
grupo como demostración de una construcción colectiva, sino también
individualidades que aportaron con sus buenas actitudes, su capacidad de
liderazgo y sus competencias futbolísticas…
Y ENTONCES, DESPUÉS DE LOS FESTEJOS Y CELEBRACIONES ¿CÓMO SEGUIREMOS
ANDANDO?
Cada uno desde su lugar, tendrá
presente en su mente y en su corazón todo lo bueno que esta experiencia
deportiva aportó… porque para demostrar que aprendimos y que queremos que
Argentina ocupe un lugar de privilegio no solamente en el fútbol o en el deporte
en general, tendremos que demostrar que somos los protagonistas del presente y
que las responsabilidades de cada uno se hacen más representativas si se
comparten, si se piensan con un solo propósito EL BIEN COMÚN. Seamos entonces, buenos ciudadanos, trabajadores
entusiastas, estudiantes aplicados, hijos amorosos, padres comprometidos,
hermanos solidarios, con los colores celeste y blanco en el corazón. PORQUE
QUEREMOS UN PAÍS GRANDE… CON UN FUTURO MEJOR.
